Reflexión sobre el desarrollo

La investigación llega a todos los ámbitos, así que en principio todo es superable, y con tiempo suficiente podrá llegarse a cualquier meta. La cuestión, pues, no son las metas, sino la «involucración» mutua de los distintos o diferentes desarrollos que conducen a las mismas. ¡He aquí la cuestión!… O sea, el poder de la Técnica parece no tener límites en su desarrollo, algo que podríamos considerar, entonces, como irreversible o en cierto modo irremediable. Tal punto de vista es el que llamo «mecánico», con connotaciones, en mi opinión, un tanto negativas (para otros, entre los que habría que situar a los «materialistas puros», altamente positivo).

Y es que «lo vivo» se encuentra en la imbricación entre los distintos desarrollos en las diferentes áreas o variedades técnicas. Entre tales técnicas se moverá el «ingenio» humano, la «inspiración» de sus verdaderos autores: ¡aquella mecánica se ha vivificado!… Porque no es la propia «materia» intelectual o pura información la que se multiplica por sí misma, cual la presión del operador en el botón del «robot desarrollista», sino que ese desarrollo es la obra, el esfuerzo intelectual del hombre movido por un impulso, en el fondo una voluntad, una emoción que «tira» de él… Esa «tendencia» es lo que vivifica lo mecánico, la pura técnica… Los diferentes «impulsos», actuando sobre cada uno de los «trabajadores de lo intelectual», en el fondo una expresión de su propia libertad íntima (subjetividad), son los que propician el desarrollo de la técnica (lo mecánico): ¡Siempre al final «lo vivo»!

(Claro está, eso no significa que no puedan extraerse reglas generales aplicables a una determinada comunidad científica, pues, la Sociología como ciencia también participa en el proceso)

-Reflexiones sobre «lo mecánico y lo vivo»-

Deja un comentario