Cosmovisión: El sentido del universo

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El universo es el omnipresente entorno que nos rodea. Pero, ¿el universo tiene algún «sentido»?… Es nuestro hogar, el creador de vida; lo es todo para nosotros. Hasta aquí todo claro, pero ¿esconde algo más tras su existencia?

Ha habido momentos, y no pocos, en que el universo ha sido identificado como una especie de Criatura Suprema a la que en todas las culturas se asimilaba al concepto de Dios (también lo fue el astro rey, y otras fuerzas de la naturaleza a las que no se encontraba explicación). Igualmente, en otros períodos se ha negado la existencia de este último, sin embargo, la existencia del universo por su evidencia está fuera de toda duda: ¡el razonamiento contrario es totalmente absurdo!

Parece como si la identificación de Dios como el universo fuera una forma de «dar sentido» al propio universo.

Nuestras creencias ahora son «más modestas»: pasamos de la identificación anterior, pero aún queda pendiente ese «sentido» que se quedó huérfano.

Sí, ¡tiene sentido el universo!… Y voy más allá; ante los avances de la ciencia, en particular sus teorías científicas, ¿podríamos enmarcar dicho sentido del universo dentro de alguna de ellas?

Pues bien, considero que aquí sí debo dar mi opinión al respecto, opinión, en verdad, un tanto heterodoxa.

Me inclino a pensar que el universo sí tiene sentido, y para explicar mi posición, nuevamente vuelvo a acudir a la Teoría Cuántica.

No voy a relatar de nuevo mis hipótesis sobre el «espacio probabilístico», «la realidad de la función de onda cuántica» y el «tiempo creativo». Las daré por conocidas.

En mi obra «Multiverso y realidad» expresé la opinión, recientemente confirmada, de que los objetos cuánticos tienen, también, una dimensión negativa: ¡es posible «manipularlos» hacia el pasado!

Y precisamente esta propiedad es a mi entender la clave para encontrar un sentido al universo.

En uno de mis recientes artículos, «La consciencia como demiurgo», expuse que el universo era como una creación de las consciencias, basándome en la verdadera «creación» de realidad que supone el fenómeno de la medida por observadores (conscientes).

A continuación, el razonamiento es el siguiente. En cierto sentido los observadores conscientes (se «dan cuenta») crean el universo, y también en el universo existe la evolución.

La evolución tiene una tendencia hacia la complejidad (salvando los distintos períodos «recesivos») en conjunto: los organismos a lo largo del tiempo se antojan más complejos… Se observa el incremento de nivel (complejidad) en las mentes de los diversos seres vivos, al menos hasta el nivel del cerebro humano.

Es fácil suponer, entonces, que la mente de las futuras nuevas criaturas alcancen niveles muy superiores al nuestro. Por consiguiente, un incremento exponencial en esta tendencia nos llevaría hasta criaturas con un cerebro y una inteligencia verdaderamente sorprendentes, casi inimaginables para nosotros.

En otros artículos ya abogué por la existencia de un «críptico mensaje» en las criaturas que velaba la existencia de un «segundo personaje», especulación que me llevaba a un ser interno, el mismo para todos, que alentaba en lo más hondo de sí mismas.

Juntando ambas hipótesis, el aumento del nivel de las mentes, consecuencia de la evolución, y la unificación de las mentes como globalización en un «personaje único», todo ello nos acerca bastante a la imagen que de antaño se tenía de aquella Criatura Suprema a la que llamábamos Dios.

Recapitulando, las consciencias de los seres vivos «construyen» un universo que evoluciona hacia una Criatura Superior. Y ello es consecuencia de dos factores principales: esa «acción» de las consciencias como un demiurgo global, y la existencia de un «bagaje» de potencialidades vislumbradas como posibilidades proporcionadas por las leyes preexistentes.

Y aquí esta el quid de la cuestión: las leyes físicas preexistentes.

Pero, ¿de dónde «proceden» esas leyes físicas preexistentes?

Aquí se «cierra» el círculo: ¡Es esa «Criatura», indirectamente «preformada» por las consciencias, la «autora» de tales leyes!

¡Desde el futuro, aquella Criatura «establece» las leyes físicas del principio de todo, de antes del mismo Big Bang!… Sí, desde el futuro hacia el pasado, esa propiedad del mundo cuántico.

No obstante, debe preservarse la «coherencia», por encima de cualquier hipótesis que adoptemos. Evidentemente, desde el futuro yo no puedo actuar sobre mi pasado, pues cambiaría ese futuro y llegaríamos a un absurdo.

Pues aquí vienen en nuestra ayuda los razonamientos apuntados al elaborar la hipótesis del «tiempo creativo».

El pasado como «recipiente» de sucesos o acontecimientos representa «lo hecho» que necesita de la realidad proporcionada por la «decantación» de una de las posibilidades o potencialidades (estados) existentes. Sin esa «decantación» (decoherencia) esos estados no configuran un hecho, acontecimiento o suceso y como tal no son realmente el pasado, con lo que no podrán incidir o cambiar ese futuro que soy.

En conjunto es un verdadero «feed back» cabalgando sobre el tiempo, en el que lo que soy actualmente es el reflejo, también, de mi actividad (ejercida en el presente, pero con repercusiones en el pasado). Claro está, lo que estoy diciendo se refiere a la Criatura Suprema, y no en particular a otros seres vivos.

La visión global: ¡Somos co-creadores del propio universo, y de la Criatura Suprema, que a su vez nos «impulsa» desde el origen!

Del resultado de la hipótesis se entresaca que sólo se necesitó de una mínima «pulsación» del caos original (que continúa siendo un misterio), para que desde allí apareciese el evolutivo universo y su creador, con su magnífico esplendor.

2 comentarios

  1. No estoy de acuerdo en sus apreciaciones
    . Si no le gusta como está escrito puede hacer uno usted. En mi opinión quien tiene problemas con los archivos es usted. El blog para mí es correcto

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  2. Tenia todos sus libros bajados y se me borro la carpeta. Agradeceria si puede vuelva a subirlo completo: Sueño o Realidad. Y vuelva a revisar sus entradas, del Sentido del universo, I en Cosmovision se repite III veces , la parte I como si fueran las II (o se cansó o su recargada labor se lo impidió y es mas fácil repetirla?)-Lo mismo sucede con las consideraciones a las discusiones de David Eagleman. No hay parte II (3y4) a pesar que lo advierte expresamente.
    La parte II es una copia de la parte I. ¿Puede colocar la verdadera II ?.
    o no existe,y aqui tengo que terminarla. Podria colocar el libro completo, y no por partes? Y otra cosa ,podria hacer sus posts mas extensos y no tan cortos , parecen elucubraciones sin sentido alguno dando la impresiòn de que solo son para entretenerse casi como un onanismo y no dar informacion a nosotros los ignaros. Es falta de respeto al lector poco informado Los comentarios deben ir a continuacion y no aparte para evitar el desequilibrio y la dexconexion coherente. No he visto que dedique una entrada a la biologa Margoulies ,(misioginia o desprecio) y su teoría genial la endosimbiosis. A propósito el titulo del blog no dice nada del contenido, simbiosis entre biología y ¿????? Si es entre ciencia y filosofía seria simbiociensofia. Espero no haberlo molestado con estas apreciaciones, pero ellas significan que el blog me interesa mucho

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